No Dejo De Sorprenderme…
Sigo sin dejar de sorprenderme ante los incomprensibles comportamientos humanos. Te conocen, te admiran, te quieren, te hacen sentir que eres importante en sus vidas y de repente un día, pasas a no ser absolutamente nada en su existencia.
Las razones solo ell@s la saben, o deberían saberlo.
Desde mi punto de vista hay algo que está fallando. Yo no soy prefecto, en absoluto, tampoco pretendo serlo. Yo no soy maestro de nada y estoy en este mundo para aprender junto con todas las personas que me aportan siempre algo.
Creo que los miedos, prejuicios, falta de autoestima, complejos de inferioridad, o su propio ego, son los culpables de estos comportamientos. Estos te hacen entender mal, confunden la visión y realidad de los acontecimientos, y creen ver en una frase, o en una persona algo que no existe.
En definitiva malinterpretan ciertas señales desde el obtuso punto de vista que solo en su mente han creado. Después cuando ya reconozco ese ataque, esa falta de respeto, ese estallido que casi termino por considerarlo neurótico, es cuando definitivamente dejan de pertenecer a mi espacio. Porque ante los mal entendidos, cualquiera podría pensar que pueden ser aclarados, sin embargo después de ver ciertas reacciones yo personalmente prefiero pasar página y cerrar ese capítulo de mi vida. No merecen por mi parte acompañarme, porque tarde o temprano volverán a sufrir la misma actitud.
Yo siempre me entrego con total confianza, me muestro como soy, pero hay de aquel o aquella que se haga una idea equivocada sobre mí. No es en este caso problema mío, sino de quien me ha valorado desde su criterio total y absolutamente preconcebido, tanto al cruzarse conmigo por primera vez, como al terminar despreciándome.
Termino lamentándolo por ellos, no me siento ofendido, no puedo enfadarme cuando veo esa forma de actuar. Aun no saben que no ofende quien quiere, sino quien puede. Sé que llegaron a hacerlo desde su más absoluta ceguera, o viendo fantasmas donde nunca los hubo. Pusieron en marcha todas las formas que conocen desde niños. Surge el victimismo, motivado por la necesidad de llamar la atención sobre otr@s, de ser los primeros, aparecen los celos, e inmediatamente todo el cariño, amor y respeto que te entregaban se convierte en desprestigio, odio, amenazas y reproches. Irremediablemente y ante esta situación, decido que esa persona deje de pertenecer a mi vida, salga de ella, porque debe seguir sol@, ya que he sido capaz de «complicarsela», por decirlo de algún modo.
Te incitan con insultos, de forma que creen pueden hacerte reaccionar, buscan el enfrentamiento, pero es absurdo, no me conmueven sus pataleos, no me resultan fiables, no ven lo que deben ver, no miran donde deben mirar, y siento verdadera impotencia y lastima por ellos, ya es demasiado tarde, se descubrieron. Mi posible ayuda, si es que alguna vez existió, de nada sirvió y de nada servirá si decido aplicar comprensión a lo incomprensible. No existe por su parte ningun tipo de consciencia respecto a su error, de ahi que ni siquiera pidan perdón. Creen estar en posesión de la verdad y ser poseedores de la razón.
Otra cosa es que decidan libremente retirarse porque son conscientes de que no soy capaz de aportarlos aquello que esperaban, pero de nuevo han creado una idea sobre mí equivocada. O sencillamente se desconciertan al no estar acostumbrados a mirar al sol, se asustan, se esconden, no entienden ciertos comportamientos que estan lejos de los cotidianos, de los que forman parte de la historia del mundo y que no se han planteado siquiera saber si ya no resultan innecesarios.
Yo no estoy dispuesto a seguirles el «juego» alimentando todos sus procesos mentales de la forma en que deciden hacerlo y por lo tanto, en este sentido, ya nada puedo hacer. Es por esta razón, que decido desaparecer, esfumarme como el humo y lo hago desde el respeto que esa persona merece, pues confío en que termine identificando todos y cada uno de los procesos que ha utilizado hasta llegar a la situación en la que se encuentra. A esto ell@s lo llaman cobardía.
Muchos se quejan de la vida que les ha tocado vivir, pero cada vez estoy más convencido, de que están en la vida que se han creado, desde sus excéntricos, neuróticos y equivocados pensamientos. Desde su falta de autoestima, desde su complejo de inferioridad, desde sus miedos o frustraciones.
Esta reflexión necesitaba hacerla, porque últimamente me ha sucedido en varias ocasiones. No creo ser culpable de crearlas, todo lo contrario, mi manera de ver y sentir las cosas, puede ser también equivocada, pero resultan mucho más evidentes en los demás esas zonas erroneas.
Unos desaparecen y se van metidos en su burbuja hermética, asustados y entre dudas. Otros se terminan cansando de no ser ellos los primeros y deben marcharse subidos en el ego que durante toda su vida han usado como trasporte, siendo evidente que esta vida es fiel reflejo de lo que han hecho con ella.
En cualquiera de los casos siempre les deseo lo mejor y confiando en que algún día puedan ver más allá de sus narices, se retiren las caretas, se desnuden, sean capaces de mirarse a sí mismos. No es tarea fácil, pero se puede cuando realmente te interesas por ti de manera respetuosa.
No dejo de sorprenderme y solo por eso, la vida merece la pena vivirla, pues te da razones continuamente para seguir saboreándola… Y lo que es mejor, para seguir aprendiendo de ella.
Félix Moratilla
Tienes razón, no lo había pensado de esta otra manera, gracias por comentarlo…
Gracias a ti, es un placer comentar contigo… Un beso
Un escrito muy interesante… las personas que somos limpias de mente, que como generalmente se dice «vamos con el corazón qn la mano», hemos tenido tropezones como lo que explicas. Antes to iba abierta, deseaba la amistad de esa persona… pero a fuerza de decepciones he cambiado.No soy rencorosa, pero cuando veo que esa persona no merece mi amistad por el motivo que sea, pues sencillamente le cierro la puerta. Sí, a mi también la vida me sorprende, pero son más conocimientos para nuestro caudal.
Un abrazo…
Si, supongo que sucede a menudo, pero yo no me refiero a ella en esta entrada. Para mí la decepción no existe como tal, es decir, a mi no me van a decepcionar, esto le sucede a quien encasilla o preconcibe o prejuzga a otra persona. Nadie te decepciona, te decepcionas tu mismo al ver que la idea que te habías hecho no corresponde a la realidad.
No es el caso como te digo, será para los demás con respecto a mí y por haberse hecho una idea equivocada de mi persona. Es fácil confundir, la personalidad y el carácter con el mal genio, pero repito que no es problema mío, sino del que esta frente a mí, de aquel o aquella que no ve lo que espera. Un beso y mil gracias por tu comentario.