No Me Quiero Despertar II
Debe existir un lugar, donde los sueños y anhelos se hagan realidad. En alguna parte de nuestra mente quizás, o quién sabe si esta propia vida será real, si no formará parte de otro sueño en el que soñar.
En ocasiones hemos vivido momentos, en los que nos preguntamos si será verdad, si no se tratará de cruel pesadilla, o de igual forma, si vivimos una gran felicidad también nos planteamos si estamos o no, en la realidad. Nos cuesta creer que podamos tener momentos de los que quisiéramos salir o en los que quisiéramos entrar.
Dicen que “imaginar es crear”, que desear es trabajar en conseguir lo que se desea, que “querer es poder” y que el Universo entero busca la forma de hacernos llegar aquello que forma parte de nuestro deseo. “Que debemos imaginar lo que queremos, visualizar y creer que ya lo tenemos”.
Sin embargo, ciertas cosas nunca llegan. Y lo digo yo, que he roto y derribado barreras que parecían infranqueables. Lo digo yo que he destruido los pilares donde una vez me apoyé, considerando que ya no me resultaban útiles y por los que llegué a construir otros que probablemente algún día tampoco me sirvan. Ciertamente algunas si llegaron, pero no cuando yo quise, sino cuando quisieron.
No me asusta cambiar aquello que deba cambiar, si soy consciente de que, en la vida, como en la orilla del mar, ninguna ola es igual, y por todas y cada una me dejo empapar.
Al final, uno se da cuenta, de que necesitamos algo por lo que luchar, por lo que vivir y por lo que soñar, pero solo llegará a nosotros aquello que nos va a enseñar y sobre todo, lo que por mucho que deseamos a nadie va a perjudicar.
Deseamos dinero y no llegará, pues puede ser donde perdamos nuestra integridad, nuestra sinceridad. O nos llega de la mano de la mal valorada suerte para que desde ese puente podamos cruzar y reconocernos en un decorado en el que eres consciente de que el dinero no te da la felicidad.
Deseamos amor y no llegará, pues puede ser donde perdamos la confianza en nosotros mismos, donde no sepamos apreciar lo que soñamos, y donde la realidad te pone a valorar que lo que amas no te pertenece, como un objeto más. O llega de la mano y sin esperarlo, por el malentendido azar y descubres que no era para tanto, que todo principio tiene un final. Creo que ambas cosas aparecerán, se harán presentes en nuestras vidas si son causa importante en nuestro aprendizaje, en nuestro caminar. Solo se abrirá el camino cuando la niebla se despeje, porque nuestros pies tienen donde poderse apoyar.
Dicen que el discípulo aparece cuando el maestro está preparado. De igual forma nos sucede a nosotros, nada cruzará nuestras vidas hasta que lo que se cruza sea para nosotros crucial y lo suficientemente importante como para de esa circunstancia una lección, una enseñanza sacar. Puede parecer injusto, puede que nos guste poco, mucho o más, que nos destroce el Alma y que nos sintamos tan perdidos que necesitemos encontrar de nuevo otro camino donde empezar. Así, hasta encontrarnos con nuestro destino, si vamos saltando piedras y cruzando ríos que lo único que pretenden, es formar parte de un desafío que nos obliga, que nos anima, a seguir, a buscar, a estudiar.
Después llegará lo que nos deba llegar, si realmente somos merecedores de ese regalo, o mal valorado fracaso. Si nada sucede por nada, si todo tiene una razón, si lo bueno y lo malo sucede por algo, templan nuestro acero, nos guste o no, por esa fragua debemos pasar.
Definitivamente lo que tenga que ser será, y no sabremos encontrar la razón, ni explicarnos, el motivo del bien o del mal que nos viene a visitar. Esta todo bien tejido, bien atado, y bien dispuesto para ofrecernos la oportunidad de elegir, de dudar, de vivir, de parar, de seguir, de bajar, de subir, de trepar.
Llegar llegará, pero solo aquello que deba llegarnos, en el tiempo, en el espacio y en el lugar, donde lo más importante y esencial podamos atrapar. Ese mensaje que solo con el tiempo podremos vislumbrar, reconociendo nuestros errores, nuestros aciertos y sobre todo la razón de por qué no sucedió cuando queríamos, y es ahora sin esperarlo que llegó.
Asignaturas pendientes que en esta vida debemos aprobar y que, si una prueba no pasamos y suspendemos, se repetirá. Es así de simple, no creo que haya nada más que buscar. Si lo que deseamos es bueno y a nadie va a dañar, formará parte de nuestra vida, de otra forma, jamás aparecerá, en nuestra quizás, también, mal valorada realidad y donde la única verdad es que hasta la más inesperada y nunca deseada muerte, llegar llegará.
Quién sabe, quizás nos tenga guardado el secreto de esa auténtica verdad, y que el sueño sea esto que vivimos, pues mejor tarde que pronto que lleguemos a entender o descifrar. Yo amo a la vida con lo que me quiera dar, en ella prefiero ser ciego y tonto, dejadme soñar, que no me quiero despertar.
Felix Moratilla
Reblogueó esto en EL ECO DE TUS PALABRASy comentado:
Yo tampoco Felix. Gracias TQ
Entiendo… Yo también tq.