Al Cesar Lo Que Es Del Cesar
Ciertamente nadie es perfecto, nadie.
Todos pasamos por esta vida, si no para intentar subsanar, si al menos para ser conscientes de ello. Claro que…lo que para unos es perfecto, para otros es una imperfección, un defecto, y lo catalogamos según nuestra particular forma de ver y valorar las cosas. De ahí nuestra facilidad para juzgar a los demás, desde nuestra perspectiva, esa en la que nos han hecho creer, bien las modas, o bien las personas que creemos admirar y que prometen ofrecerte aquello que dé ante mano te han hecho creer que necesitamos.
Entonces menospreciamos abiertamente nuestra más fiel y sana, percepción de las cosas, haciendo caso omiso a los sentimientos y deseos que afloran desde la verdad de nuestros corazones, esa voz interna que jamás te engaña y que te dice lo que está bien, lo que está mal, lo que es auténtico y sencillamente natural.
Hemos perdido nuestra verdadera consciencia, lo esencial, lo efímero, la sencillez de la belleza más sublime y espontánea. Nos hemos puesto unas gafas de sol cuyos filtros nos impiden ver más allá de lo atractivos que estamos…. Mucho mejor si son de marca, mucho mejor si se ve esa marca, si se huele, si se toca. Que se vea, que se vean los piercings en caras y cuerpos preciosos, que no necesitan ningún tipo de adorno, que se vean las aterciopeladas y jóvenes pieles humanas tatuadas de por vida por el deseo de un solo instante. No hablemos ya de los implantes que desnaturalizan lo más bello y natural.
Todo por una necesidad con la que creemos llenar nuestro gran vacío existencial. Todo por la falsedad de la “apariencia” por satisfacer nuestro crecido y mal acostumbrado EGO.
Realmente hemos llegado a un punto en el que actuamos casi mecánicamente, nos hemos acostumbrado a vivir de determinada manera, de prejuicios e ideas que no son nuestras, pero que hemos terminado aceptado como nuestras y olvidamos escuchar y ver desde la verdadera, natural y sutil ventana de la esencia humana.
El “Ego” nos hace esclavos de nosotros mismos, cierra nuestros oídos, nuestros ojos a cualquier cosa que no le suponga alimento o beneficio alguno.
Este es el verdadero caos….
Necesitamos alimentar a un monstruo insaciable y no dudamos en utilizar, mentir, lapidar, a todas las personas que de una u otra manera han coincidido en nuestra vida, y, o se adaptan a tus pretensiones, o no te valen, o, solo te sirven en determinadas ocasiones. Si no sirven para subir, lo eliminamos, codiciando siempre lo ajeno, como si fuera más importante que lo que ya poseemos.
Ya no se trata de un defecto, se trata de egoísmo, “EGOÍSMO PURO Y DURO”, que conlleva inexorablemente a la hipocresía, a mentir y aparentar, intentado a la vez, ocultar las verdaderas intenciones que realmente perseguimos, para no ser descubiertos y hacer creer a los demás que nos mueven otros intereses comunes y altruistas.
En realidad, solo se trata de los nuestros, de nuestros propios intereses, para terminar, adquiriendo aquello que estamos convencidos que necesitamos, un mercadeo absoluto de vida materialista, donde los verdaderos sentimientos, los auténticos valores, como el cariño, la admiración y el respeto, fueron perdiéndose en el camino, cayeron de nuestras alforjas y se perdieron.
“LA PAZ Y EL AMOR” no pueden subsistir en este medio. Esta misma evidencia, vive en nuestras familias, en nuestras amistades, en nuestras empresas, y en definitiva, en nuestra sociedad y por tanto creo que estamos recogiendo el resultado de un mundo que consideramos cruel. Las guerras, las enfermedades y las crisis económicas son su resultado. Tampoco podemos olvidar que a pesar de que “La naturaleza” es sabia y absolutamente perfecta, somos tantos los que actuamos egoístamente, que no la damos tiempo a reaccionar, a regenerarse, considerando todos sus recursos naturales de forma gratuita y sin pararnos a pensar que no siempre estarán ahí. Tarde o temprano actuará en consecuencia, exactamente igual que está respondiendo este mundo ante nuestro silencioso, continuo e interesado ataque.
Por esa pequeña grieta de la tinaja vamos perdiendo lo más esencial, dejando en nosotros un vacío tal que necesitamos llenar con lo que sea, sin importarnos nada, ni nadie, excepto una cosa, “NOSOTROS MISMOS”,……… y por esta sencilla y simple razón, nosotros mismos somos y seremos nuestros auténticos verdugos, “con gafas de sol”, “con percing”, “tatuados”, con exuberantes y sexis pechos implantados…… androides tuneados.
….Al César lo que es del César………….
Felix Moratilla
Mis disculpas por esta reflexión absolutamente personal si alguien se siente identificado y lo que es peor decepcionado ante la realidad que considero respecto a esta sociedad que entre todos hemos construido. Gracias
Reblogueó esto en EL ECO DE TUS PALABRASy comentado:
Gracias Felix. Es genial TQ
Gracias guapa 🙂