La Casualidad no Existe II
No somos marionetas en manos del azar. La vida no es un accidente regido por la suerte ni las coincidencias. Por más que nos cueste creerlo, recogemos lo que sembramos. Veamos la vida como un continuo aprendizaje.
Formamos parte de una sociedad materialista, desencantada del mundo en el que vivimos. Por eso, en general solemos creer que nuestra vida es un accidente regido por la suerte y las coincidencias. Es decir, que no importan nuestras decisiones y nuestras acciones, pues en última instancia las cosas pasan por “casualidad”. Esta visión nos convierte en meras marionetas en manos del azar.
“Según la ley de la sincronicidad, lo que nos ocurre, bueno o malo, está ahí para que aprendamos algo acerca de nosotros mismos”
En paralelo, muchos individuos nos hemos vuelto “nihilistas”. No es que no creamos en nada. Simplemente “negamos cualquier significado o finalidad trascendente de la existencia humana”. De ahí que orientemos nuestra vida a saciar nuestro propio interés.
Pero ¿realmente la vida es un accidente que se rige de forma aleatoria? ¿Estamos aquí para trabajar, consumir y divertirnos? ¿Acaso no hay una finalidad más trascendente? Lo irónico es que la existencia de estas creencias limitadoras pone de manifiesto que todo lo que existe tiene un propósito, por más que muchas veces no sepamos descifrarlo. No en vano creer que no tenemos ningún tipo de control sobre nuestra vida refuerza nuestro victimismo. Y pensar que la existencia carece por completo de sentido justifica nuestra tendencia a huir constantemente de nosotros mismos.
Es decir, que incluso estas creencias no están ahí por casualidad, sino que cumplen la función de evitar que nos enfrentemos a nuestros dos mayores temores: el “miedo a la libertad” y el “miedo al vacío”. Mientras sigamos creyendo que nuestra propia vida no depende de nosotros, podremos seguir eludiendo cualquier tipo de responsabilidad. Y mientras sigamos pensando que todo esto no es más que un accidente, podremos seguir marginando cualquier posibilidad de encontrar la respuesta a la pregunta ¿para qué vivimos?
Borja Vilaseca 6/03/2011
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Reblogueó esto en EL ECO DE TUS PALABRASy comentado:
Gracias Felix. TQ
Gracias. TQ
Todo es relativo y aunque lleva mucha razón tu comentario, los hechos fortuitos también forman parte de lo inesperado de la vida. Reencontrarse con una persona que alguna vez amaste 10 años después, sin mediar contacto alguno previo, en un país inesperado y en un lugar todavía menos probable, recuerda la validez de los hechos casuales.
Gracias. Yo personalmente no creo en la casualidad, soy de la opinión de que es la CAUSALIDAD la que está en marcha. Un abrazo enorme.
Yo creo más en la causalidad que en la casualidad.
Saludos.
Así es. Coincidimos. Un abrazo y gracias por estar ahí por la razón que sea, no por casualidad 🙂
Totalmente de acuerdo con este escrito. Para reflexionar. Gracias por compartir 🙂
Gracias a ti. Un abrazo