El Accidente – Inma Cuesta
Reflexionando sobre este término a consecuencia de creer que la vida me regalo un precioso accidente, quiero desglosar el sentido de esta palabra. Después entenderéis por qué.
El uso más frecuente del término está vinculado al acontecimiento que sucede sin intención y que genera un daño a un ser vivo o a una cosa. Por ejemplo: “Dos personas murieron en un accidente de tránsito en la ruta 8”, “La joven permanece internada después de caer del balcón por accidente”, “Me corté por accidente mientras preparaba la comida”.
Los accidentes pueden suceder por motivos diversos y tener consecuencias muy diferentes. Mientras que el accidente de un avión puede causar la muerte de cientos de personas, un vaso de plástico que se cae por accidente no generará mayores inconvenientes.
Es posible clasificar los accidentes de distintas maneras dependiendo de donde ocurran. Ya sean de tránsito (Aviones, automóviles, atropellos). Bien sean de hogar (Cocinando, cortes, quemaduras). También laborales (Caída de andamio)
Accidente geográfico, por otra parte, es una elevación, una depresión u otro tipo de irregularidad que puede advertirse en un terreno. Algunos ejemplos son los acantilados, golfos, montes, valles y agujeros azules.
Los accidentes también aparecen en la gramática y en la música. En el primer caso, indican modificaciones de palabras de acuerdo al tiempo, el género o el número, permitiendo que exista coherencia en las oraciones. Las palabras castellanas que son afectadas por estos cambios son los adjetivos, los sustantivos, los verbos, los pronombres y los artículos. Estas alteraciones pueden afectar su estructura, su modo o incluso su significado.
En la música, por otra parte, los accidentes enriquecen una melodía ya que permiten combinar distintas tonalidades a través de alteraciones momentáneas.
En nuestro idioma, el sustantivo en cuestión tiene también un uso muy despectivo y peligroso para la psicología de una persona: los hijos que son concebidos por accidente. Dado el alto índice de embarazos inesperados, sobre todo en adolescentes, millones de personas llevan en su frente esta terrible etiqueta de hijo no deseado.
Es común, en algunas regiones confundir el término con incidente, pero existen claras diferencias entre ambos. Podemos pensar en incidente como un hecho que “corta” la realidad y que altera el curso de las cosas. Un suceso inesperado, sí, pero que no representa una desgracia o la destrucción de algo, sino que posiblemente acarrea un cambio de decisiones.
Llegados a este punto, podemos deducir que los matices que esta palabra da a las oraciones no son necesariamente negativos o trágicos. Se dice, por ejemplo, que alguien oyó algo por accidente queriendo significar que lo hizo involuntariamente.
Pues de esa forma involuntaria, sin esperarlo apareció ante mí una imagen que me cautivo. No solo por lo que esa imagen representaba, sino por la cantidad de matices que la acompañaban.
No estaba sola, en absoluto. Fue y sigue siendo un conjunto de todas ellas las que me dejaron sin voz. Quedarme sin voz y extasiado, sin saber que pensar, que decir, que hacer…
Solo, mientras observaba inmóvil, sabía que estaba siendo víctima de un accidente. El corazón se aceleró, los párpados de mis ojos se abrieron como para dejarme ver mejor aquello que tenía delante.
No era cuestión de miedo, tampoco sentía ganas de salir corriendo. Más bien creo que se trataba de una parálisis, o mejor aún, una sensación de choque, de shock, al volver a encontrarme con algo o alguien que me resultaba demasiado familiar. Algo que había permanecido existiendo en lo más profundo de mí y que de repente se hace presente en el mundo físico.
Y ahora, en este mundo adquiere un sentido abrumador, porque tiene movimiento, sonido, color. Por mucho que yo quiera, soy incapaz de reproducir este accidente en palabras y mucho menos lo que desde ese día se despertó en mí y la forma en que cambió mi percepción respecto a la vida, a los sentimientos, al AMOR, a los sueños, y la realidad de esta vida.
Habrá, quien pueda llamarme loco, lunático, pero bien sé que no lo soy. Que mis pies, firmes en este mundo, en esta tierra, saben que no ha existido nunca nada capaz de conmover mis cimientos de la forma en que este accidente lo ha hecho. Lo peor de todo es que soy incapaz de perseguir, acosar, idolatrar como un fan, seguir y perseguir su vida. No es por cobardía, que no me falta, sino precisamente por miedo a ser clasificado como tiene por costumbre hacer esta sociedad, como un chiflado, uno más, que se diría, porque existen demasiados.
Me considero muy lejos de ese perfil, ni siquiera de parecerme. El único medio que considero respetable y coherente es este, a través de mi blog, que no deja de ser un pedazo de mi Alma, como no deja de ser la vida un mero accidente, natural e inesperado, no elegido pero predestinado.
He intentado de forma continua, dar salida a través de palabras que siempre resultan insuficientes, para terminar considerándome incapaz de transmitir las consecuencias que para mí ha tenido el hecho de encontrarme con la mujer cuyo rostro encabeza la ilustración de esta entrada y su final.
Llevo intentándolo durante años, en este mismo blog. Nada, absolutamente nada podría explicarlo, darle sentido, excepto una cosa, y ahora estoy seguro de ello. Si pudiera mirarla a los ojos, cara a cara, sobrarían todas las palabras para ella, todas las concebidas en todos los idiomas del mundo, aunque para el mundo entero sea algo intrascendente lo que mi corazón sella. Pues del silencio nació, de la oscuridad apareció y de manera Causal, (porque no creo en la casualidad), vino a recordarme que se puede hacer visible un sueño de forma real. Algo parecido a una emoción, un sentimiento, algo que no pertenece a este mundo se apoderó de mí, convirtiéndome en un auténtico inútil, a la hora de poder explicar este fenómeno que solo puedo identificar, quizás ¿como una aducción donde he sido implantado con el mayor secreto sobre el verdadero sentido y significado del AMOR.
Quién sabe si es que ya nací preñado, con su gen profundamente instalado, si en otra vida, en otro estado y antes de venir ya habíamos hablado y ahora en esta, ella nunca lo sabrá.
Honestamente y sabiendo que estas palabras a nadie puedan interesar, ni siquiera llegar a ninguna parte, hoy vuelve a lo profundo, a donde siempre estuvo y nunca más se volverá a saber de esto. Su imagen será la imagen que pueda enriquecer un texto sobre lo que ella representa “Mujer”, pero sobre lo que me considero incapaz de describir, se acabó, terminó públicamente, vuelve de donde salio y para mi queda.
lo que de verdad parece, es que ella, por mucho que cierre su mano, nunca atrapara a esta mariposa que me acompañará libremente hasta mi último aliento, y con ella mi agradecimiento.
Plasmado aquí queda con mis palabras y haciendo mías las de José Ángel Buesa en su “Poema de la despedida”, que para mí, y solo para mí, es el más auténtico y maravilloso accidente que he podido sufrir.
Felix Moratilla
Muy bonito, precioso y emotivo gracias. solo mencionar que hay sabios que mantienen que los accidentes en si, no existen, solamente el desarrollo natural de la Ley de Causa y Efecto.
Siempre he tenido presente la “causa y efecto”, pero ahora que lo dices, puedo afirmar lo siguiente:
“Que maravilloso y precioso efecto tuvo mi causa”
Gracias a ti. Un abrazo enorme
Qué tierno, hermoso y lleno de amor es tu escrito, un amor que seguramente viene de antaño, de muchas vidas, amor del alma, ojalá se materialice y florezca como lo merece un amor así. Gracias por compartirlo. El poema también es hermoso.
Abrazos de luz y feliz Navidad.
Es muy profundo y quizás tengas razón respecto a de donde viene, yo busco como puedo una explicación, pero me resulta imposible deducir el como y el porque. Gracias a ti, un fuerte abrazo y feliz Navidad. Se feliz.
Mi amado y yo solíamos buscar el cómo y el pro qué nos enamoramos de ese modo virtualmente, pero nunca encontramos la respuesta, creo que lo que tiene que pasar pasa, así de simple, quienes se tienen que amar, se aman.
Feliz Navidad, abrazo de luz.
Cierto y verdad. Un abrazo
Que bello Felix! De verdad que tus palabras son sentidas y vividas! Que ese amor que sientes por ella siga trascendiendo como veo que no sólo se ve en tus letras y tu Blog, siento que también en tu vida. Amo al amor!