Confundidos

Confundidos

Me asaltan las dudas en momentos de relajación, y mientras observo el cielo estrellado en soledad, medito sobre algo que a todos nos sucede y aun sabiendo que pocos terminaran de leer esta inquietud, decido plasmarla con la esperanza de vuestra replica, o  puntos de vista, pues entiendo que resultarán para mi de una gran ayuda.

Reflexiono sobre los errores y la confusión que nos ocasionan las personas que conocemos. Me pregunto que nos confunde, que vemos en un principio que no resulta ser autentico con el paso del tiempo.

De forma metafórica y romántica todos nos hemos acostumbrado a identificar los sentimientos con el “corazón”. Sin embargo sabemos que todo nace en nuestra mente y el musculo cardíaco encargado de impulsar nuestro flujo sanguíneo a todas las partes de nuestro cuerpo nada tiene que ver con esas apreciaciones. No es en éste donde nacen y mueren nuestros sentimientos. Pero los sentimos ahí, en el plexo solar, en el centro de nuestro pecho y quizás nos hemos acostumbrado a identificarlos con esta parte física de nuestra anatomía, embelleciendo su función.

Seguramente ahí, es donde se deja sentir el Alma a la hora de percibir una emoción, de igual forma que se siente el viento en el rostro, aunque no lo veamos.

La mirada de nuestra mente hacia otro semejante utiliza miles de parámetros para juzgar y ejecutar un puzzle utilizando las piezas que encajen con los parámetros que tiene almacenados, dejándose llevar por la apariencia de lo que ve y de lo que significa para cada individuo según su apreciación, y dependiendo de su exigencia o valoración.

Debo entonces deducir, que si generalmente vivimos disfrazados intentando enseñar a los demás lo que queremos que vean, si vivimos forzados por aparentar lo que creemos, nuestro mejor perfil, convertimos nuestra imagen en algo distinto utilizando una publicidad e idiosincrasia engañosa.

Nuestros miedos, complejos y debilidades como seres humanos nos hacen creer que debemos protegernos ante los demás, o bien buscamos aceptación y cariño inventando un personaje que llene las exigencias de los que comparten o se cruzan en nuestras vidas, e incluso terminamos adaptándonos. Un marketing bien estudiado desde hace años y que resulta ser efectivo para el juicio de una mente que necesita conocer, para terminar abriéndose o cerrándose  a cualquiera que según nuestras necesidades mas egocéntricas queremos atraer.

Mirando con los ojos físicos no vemos nunca la realidad que tenemos delante, sino lo que nos venden y en lo que además nos hemos acostumbrado a creer, con  los valores que cada uno se ha forjado. Cuando conocemos a alguien erramos y nos confundimos por utilizar esos parámetros que la mente pone ante nosotros como realidad, siendo entonces victimas de no ser conscientes, de no saber permanecer con las puertas abiertas de nuestra fortaleza blindada, y esto es algo imprescindible para que las demás también se abran, viendo  en los demás, la misma esencia que nos acompaña, siendo incapaces de observar a través de la transparencia inocente de una mirada.

Entonces, puede que sea (EL ALMA) la que al mirar a otra persona, con sus ojos, solo vea en esta su propio reflejo y es la que valora de forma autentica al otro ser. Yo creo que nuestra Alma, (que no el corazón), permanece con la ingenuidad con la que nacemos, sin juicios, sin parámetros que comparar, y es quien nos comunica realmente lo que siente, una verdad pura, inmaculada, sin contaminación alguna, y sin tener en cuenta nada más.  Ve más allá de lo que tiene delante, conecta con otras Almas iguales, afines, y de naturaleza idéntica o semejante.

Esa autenticidad creo que existe en cada uno de nosotros y no la utilizamos llevándonos a la confusión. Quizás por eso nos sentirnos tremendamente decepcionados en muchas ocasiones, bien por las estratagemas que los otros utilizan y nos muestran, o bien por valorar y dar prioridad a lo que se ve, más que a lo que se siente, abriendo expectativas que hemos creado nosotros mismos respecto a los demás y que evidentemente muchas veces no aparecen ni resultan ser como esperábamos.

Al nacer, llegamos con la ingenuidad y autentica inocencia de nuestro “Ser” y lo hemos ido perdiendo a medida que íbamos creciendo, mientras aprendíamos a escondernos y camuflarnos. Hemos terminado apagando lo más bello y autentico que poseemos y creo que es la razón de nuestros desencuentros y confusiones, pues dejamos en tinieblas el lugar más sagrado y de donde nacen todos los sentimientos, la llama, LA LUZ que habita en todos y cada uno de nosotros y que no es otra que NUESTRA ALMA.

Esta, es solo una reflexión espontanea, seguramente con infinidad de matices por discutir y explorar, entiendo que muchos no crean que esta Alma exista siquiera.  En cualquier caso y personalmente seguiré asumiendo los riesgos de mi confusión, porque no es fácil percibir e identificar con que ojos he mirado y a cuál de las dos partes he escuchado. Siempre he creído en la mirada de unos ojos y si estos son las ventanas del alma debo suponer que difícilmente podré equivocarme, pero si no miro a través de estos, mil veces me confundiré. Un abrazo a todo@s

Felix Moratilla

No hay nada mas interesante que los ojos. ¿Ya miraste a los ojos de la otra persona? De la persona amada y no amada. Del amigo y del conocido. Del jefe y del compañero de trabajo. De un niño y un anciano. Los ojos emiten una energía que es la misma energía del alma, por eso son conocidos como las ventanas del alma. Cuando miro en los ojos y dejo que los otros miren en mis ojos, estoy abriendo puertas hacia un mundo de comprensión y amor.

Pablo Neruda

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