Que dulce sinfonía puede resultar escuchar tu voz, con su acento, con sus entrecortadas y a veces ahogadas palabras. Que agradable escuchar tu risa espontanea y sincera, que bálsamo para el Alma verme reflejado en tus ojos, tan pequeñito, en ese universo redondo cubierto del sol por largas pestañas. Que sensación más extraña escuchar tu silencio, imaginar tu mirada perdida en algún lugar de tu Alma. Mientras una lágrima inunda ese mundo, se escapa en tu cara el sentimiento del mar, lleno quizás de incomprensión, de vacío, de ausencia. ¿Es que no sabes que aunque no esté frente a ti, el que esto escribe no te ha dejado de Amar?
No llores Alma asustada y desnuda, si tienes el sol en tu cara, mires donde mires jamás perderás tu mirada, ni tu ola salada, que surcando tu rostro, tu mejilla, tu cara, baja por tu cuello y se dirige justo donde yo, escondido esperaba, en el mismo centro de tu pecho, allá donde cada latido, solo sabe hacer un sonido. El que mi boca no dice, el que late conmigo. Es la dulce y acompasada sinfonía, que sin voz, sin acento, sin alegría, con una ola rompe en el corazón gritando tu nombre y el mío.
Veo mi mirar elevando la altura bajando a lo hondo elevando mi esqueleto. No me hagáis caso porque “una ave coja al déspota y a su alma”, mancha espantosa, caminando solo. Todo sucedió entre estos dos párpados, temblando, irascible, “parado junto al lúbrico equinoccio, al pie del frío incendio en que me acabo.” Sólo es un resbalón alcalino, digo. Más en mis ojos, muy adentro, sí más adentro, donde se halla lo verdoso del agua mar, vuelve la ola con la misma mirada. ¿ Por qué suspiras ? ¿ Es que queremos morir así, acabándonos ? Todo se comprende, hasta el sentido lloroso de las olas, regresando al mar. Un abrazo y un saludo de César Vallejo y sus Poemas Humanos.
Yo me derrito. Me dicen esto a mi y soy presa tutya siempre. Un beso besazo
Jajajajajaja. Ya te lo habran dicho seguro. Un beso
Veo mi mirar elevando la altura bajando a lo hondo elevando mi esqueleto. No me hagáis caso porque “una ave coja al déspota y a su alma”, mancha espantosa, caminando solo. Todo sucedió entre estos dos párpados, temblando, irascible, “parado junto al lúbrico equinoccio, al pie del frío incendio en que me acabo.” Sólo es un resbalón alcalino, digo. Más en mis ojos, muy adentro, sí más adentro, donde se halla lo verdoso del agua mar, vuelve la ola con la misma mirada. ¿ Por qué suspiras ? ¿ Es que queremos morir así, acabándonos ? Todo se comprende, hasta el sentido lloroso de las olas, regresando al mar. Un abrazo y un saludo de César Vallejo y sus Poemas Humanos.
Que riqueza de lenguaje. Cesar Vallejo y sus poemas humanos. Quien pudiera escribir asi. Yo solo aspiro a ser sentido. Un abrazo.