Efecto De San Telmo
El Fuego de San Telmo son unas descargas eléctricas que aparecen a veces en los mástiles de los barcos y el morro de los aviones, cuando atraviesan una tormenta eléctrica. Por lo que tengo entendido también pueden aparecer sobre picos de montaña, o incluso en las astas de las reses. A simple vista parece como si cayera un rayo (aunque la descarga es de bastante menor intensidad) de color blanco azulado. Este fenómeno no es nada nuevo, los marineros lo conocen desde la antigüedad, y fueron quienes le dieron ese nombre (San Telmo es el patrón de los marineros), ya que veían cómo sus mástiles parecían arder sin llegar a consumirse.
Centrémonos en el caso de los aviones, por ejemplo.
Cuando el avión está en una tormenta, el aparato está inmerso en medio de un campo eléctrico. La diferencia de potencial entre la tormenta y el avión empieza a crecer. Para adoptar una postura de menor energía, la tormenta «querría» liberar la carga acumulada sobre el avión, pero el aire (no conductor) se lo impide. Sin embargo, llega un momento en que dicha diferencia de potencial alcanza la ruptura dieléctrica del aire, ionizándose. En la ionización, las moléculas del aire se separan de sus electrones creándose un estado parecido al plasma. Este plasma es conductor por lo que la tormenta por fin puede descargar su energía sobre el avión, en forma de descarga eléctrica.
Dicho de otra forma: El avión realmente no tiene carga eléctrica propiamente dicha ya que, como todos los cuerpos, son eléctricamente neutros. Lo que ocurre es que el avión adquiere carga electrostática debido al rozamiento a alta velocidad con el aire y esta carga es responsable después de la diferencia de potencial con las nubes.
Así que ya sabéis, si alguna vez estáis en un vuelo y veis rayos azules cayendo sobre el aparato, no os asustéis y recordad a San Telmo!
Publicado por Felix Moratilla
Espero haber satisfecho tu curiosidad mi querido amigo Jorge y no temas volar.
Es verdad que los pasajeros se asustan, preguntan, se sienten inquietos y cuando les das una respuesta ves la cara de incredulidad que ponen. No te creen. Afortunadamente no sucede a menudo, solo en raras ocasiones. Interesante Felix. Sigo descubriendo esta maravilla de blog, esta fotografia de tu Alma, este palpitar de emiciones. Gracias siempre. Mi cielo eres tu. TQ
Tal como dices lo desconocido siempre asusta, impone respeto. Sigue escudriñando el blog, te siento buceando en mi corazón y es fiel testigo mi Alma. Me siento bien mientras buscas… Quien sabe quizas encuentres lago que desconoces… Un beso pequeña.
Ya lo encontré. Estoy segura. TQ
Casi de manera analógica, «Los monos de San Telmo» , cuento de Lizandro Chávez Alfaro, comienza diciendo, «El sol había recorrido un cuarto de cielo sobre la brecha angosta y quebrada, un camión cargado de monos corcoveaba, penosamente embestía la tenue ola de polvo. La carrocería chisporroteaba, despedía ráfagas de destellos que iban a estrellarse contra las ramas cercanas, achicharrando las hojas más tiernas. La carga de monos enjaulados chillaba, espantada por el interminable vaivén…». Parece que San Telmo aparece cuando surgen destellos en el firmamento azul… asustando. Saludo cordial.
Si, mas o menos. Abrazos