Oh vida…
¡Oh vida, de repente juegas a las escondidas!
Te busco, te encuentro mas no te siento,
oscureces mis días.
Y de pronto te enajena la muerte,
y me enfrentas a su lenta agonía.
Y llenas de agua turbia tu copa
y me obligas a beberte,
no importa que me resista.
Después, todo cambia.
Vuelves a llenar tu copa de agua cristalina
y vuelvo a sentirte correr,
en la ternura de una anciana,
en el rostro dulce de una niña
en la fe que hoy me abraza
y en el llanto que hoy no borra mi sonrisa.
Adela Castillo
Gracias por estas palabras que hoy necesitaba decir pero tu forma de hacerlo Adela,es bastante mejor que la mia.
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